El telescopio James Webb llega a su destino final: a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra

El telescopio espacial James Webb llegó este lunes a su destino final, el punto 2 de Lagrange Sol-Tierra (L2), comunica la NASA. La maniobra final fue resultado de la activación de sus propulsores durante unos cinco minutos, que agregó a la velocidad del aparato tan solo 1,6 metros por segundo.

Ahora los ingenieros de la NASA deben alinear su óptica, un proceso que se extenderá por los próximos tres meses. Tras esa etapa, el telescopio empezará a observar galaxias lejanas con una precisión todavía inédita.

«¡Webb, bienvenido a casa! Felicitaciones al equipo por todo su arduo trabajo para garantizar hoy la llegada segura de Webb a L2. Estamos un paso más cerca de descubrir los misterios del universo. ¡Y no puedo esperar para ver las primeras vistas nuevas del universo de Webb este verano!», comentó el administrador de la NASA, Bill Nelson.

Un punto de Lagrange permite a un objeto pequeño estar estacionado a una determinada distancia tanto de la Tierra como del Sol. En total, cada sistema de dos grandes objetos celestes tiene cinco puntos en esa puntuación. El posicionamiento del telescopio en el punto L2, a 1,5 millones de kilómetros detrás de la Tierra, permite protegerlo del calor excesivo del Sol y aumentar la capacidad de sus sensores.

El telescopio más potente y caro en la historia

El telescopio espacial James Webb fue lanzado el 25 de diciembre mediante un cohete Ariane 5. Es un proyecto liderado por la NASA, con participación de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Canadiense (CSA).

El aparato, considerado el más potente y costoso de la historia, permitirá a los astrónomos ver el espacio con nuevos ‘ojos’ y acceder a rincones del universo hasta ahora inaccesibles. Asimismo, es cien veces más potente que su predecesor, el Hubble, que está a punto de cumplir 32 años en órbita.

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